SAN ANDRÉS LARRÁINZAR
" Los abuelos cuentan cómo San Andrés trajo a su pueblo a vivir donde es ahora, para darles tierra a sus hijos y celebrar en armonía su fiesta. Vinieron desde Simojovel, buscando buenas tierras, que tuviera una laguna y un ojo de agua, deseaba que fueran felices para que alegres le hicieran su fiesta.
Que ahí junto a su gente, sus hijos e hijas, les dio cargos, compuso sus personajes, sus clarineros, sus tamboreros, sus flauteros, sus artilleros, arpistas, guitarreros, mayordomos, capitanes y sus alfereceses. Los vistió a cada uno de ellos y creó las fiestas que vemos hoy en día."
Hubo una época en la que las tejedoras de este pueblo eran un elemento central de la comunidad, ya que entregaban mensajes divinos a través de sus sueños y visiones. Ellas también eran las que podían transmitir sus conocimientos a las nuevas generaciones a través de historias y símbolos tejidos en su ropa.
Con el paso del tiempo crearon símbolos específicos que representaban su unión con el mundo o su forma de verlo, como la serpiente emplumada, las cruces, los rombos… tenían un significado tan importante que lo han reproducido en la comunidad a lo largo de toda la historia.
También los colores tienen un significado; al principio solo se utilizaban cuatro, los de los diferentes tipos de maíz: negro, rojo, blanco y amarillo, que son también los colores del hombre; ya que, según las antiguas leyendas mayas, el hombre actual se creó a partir del maíz. Así que utilizan esos colores para acordarse de dónde venimos.
Desde entonces, cada día se han creado nuevos colores, que son los de la naturaleza, como el azul del cielo, el verde de la montaña… hasta alcanzar una paleta ilimitada.